ARTÍCULO ORIGINAL
Cirugía
laparoscópica de los tumores del urotelio del tracto urinario superior
Laparoscopic surgery of tumors of the upper urinary tract urothelium
Tania González León, Maricela Moreira, Dennis Juan Bautista Olivé, María Elena Suárez Marcillán, David Perdomo Leyva, Liset Rodríguez-Ojea, Jorge Luis Hernández Castro
Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, La Habana. Cuba.
RESUMEN
Introducción:
los tumores del urotelio del tracto urinario superior son poco comunes. La nefroureterectomía
con resección del rodete vesical es el tratamiento de elección
en los tumores del urotelio del tracto urinario superior músculo-invasivos,
no metastásicos. La nefroureterectomia laparoscópica ha mostrado
mejores resultados perioperatorios que la cirugía abierta, pero su eficacia
oncológica ha sido discutida. Objetivo: describir los resultados
de la nefroureterectemía laparoscópica en los tumores del tracto
urinario superior, en el Centro Nacional de Cirugía de Mínimo
Acceso. Método: se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo,
en una serie de 89 pacientes pacientes tratados por tumores del tracto urinario
superior, mediante cirugía laparoscópica, desde enero de 2006
hasta abril de 2014, de los cuales, a 11 se les realizó nefroureterectomía
laparoscópica. Se emplearon abordajes lumboscópico y transperitoneal
con mano-asistencia. Resultados: la edad promedio fue 69,5 años.
Predominó el sexo masculino y el estado físico preoperatorio ASA
I (81,81 %). El 63,63 % consultó por hematuria. Predominaron los tumores
de la pelvis (72,72 %). En el 54,54 % se empleó el abordaje lumboscópico.
En todos se realizó la ureterectomía distal abierta, mediante
cirugía abierta. El tiempo quirúrgico promedio fue 234,1 minutos
y el sangrado de 237,7 ml. Se produjo una complicación postoperatoria
grado I. Predominaron los estadios T1 y T2 (54,54 %). El tipo histológico,
en el 90,9% de los pacientes, fue tumor de células transicionales. La
supervivencia fue 90 %, en un tiempo de seguimiento promedio de 28,27 meses
(3-56 meses). Dos pacientes (18,18 %) desarrollaron recurrencia vesical. Conclusiones:
la cirugía laparoscópica de los tumores del urotelio superior
ha sido factible con resultados oncológicos y perioperatorios satisfactorios.
Palabras clave: tumores uroteliales, nefroureterectomía, cirugía laparoscópica.
ABSTRACT
Introduction:
Urothelial tumors of the upper urinary tract are not common. Nephroureterectomy
(NU) with resection of the bladder cuff, is the treatment of choice in non-metastatic
invasive tumors. Laparascopic nephroureterectomy (LNU) has shown a better transoperative
outcome than open surgery, but its oncological efficacy has been discussed.
Objective: To describe the laparoscopic nephroureterectomy outcomes in
upper urinary tract tumors. Method: An retrospective, descriptive study
was carried out. From a total amount of 89 patients treated for kidney tumors
with laparoscopic surgery at the CNCMAX, from January 2006 to April 2014, 11
were chosen to undergo NUL. The lumboscopic and hand-assisted transperitoneal
approach were used. Results: Average age was 69.54 years. Males prevailed
and preoperative physical status ASA I (81.81%). 63.63 % consulted due to hematuria.
Pelvic tumors prevailed (72.72%). The lumboscopic approach was used on 54.54%
of the patients. Open distal ureterectomy was performed on every patients. Average
operative time was 234.1 minutes and bleeding was 237.7 ml. The only complication
was postoperative bladder bleeding. T1 and T2 (54.54%) prevailed. 90.9% of the
patients had a transitional cell tumor. Survival was 90%, with an average follow-up
time of 28.27 months (3-56 months). Two patients (18.18%) developed a secondary
bladder tumor. Conclusions: Laparoscopic surgery of the upper tract urothelium
tumor of the upper urinary tract has been feasible with satisfactory oncologic
and transoperative outcomes.
Keys words: urotelial tumors, nephrouretectomy, laparoscopic surgery.
INTRODUCCIÓN
Los tumores de
las vías urinarias superiores se definen como el crecimiento neoplásico
que afecta el revestimiento de las vías urinarias, desde los cálices
hasta la porción distal del uréter. Son relativamente pocos comunes
y representan alrededor del 5 al 7 % de la totalidad de los tumores renales,
y alrededor del 5 % de todos los tumores uroteliales. Con respecto a los tumores
vesicales son más infrecuentes y agresivos. Existe preponderancia de
tumores de alto grado y estadio cuando se encuentra afectado el tracto urinario
superior.1
Mientras la incidencia
de los tumores de la pelvis renal ha permanecido constante en los últimos
años, la de los tumores ureterales se ha incrementado. Casi siempre son
pequeños cuando son descubiertos. Pueden obstruir el flujo urinario y
dar lugar a hidronefrosis y dolor en un flanco del abdomen. La mayoría
son carcinomas de células de transición. A veces son múltiples
y en ocasiones coexisten con otras neoplasias similares de la vejiga o la pelvis
renal.2
Muchos factores
han sido implicados en la génesis de los tumores de vías urinarias:
el tabaco, los analgésicos como la fenacetina, factores ocupacionales,
la ciclofosfamida, las infecciones crónicas y la litiasis.3
Si bien la urografía
intravenosa ha sido el medio tradicional para el diagnóstico de las lesiones
de las vías superiores, en la actualidad es creciente el uso de urografías
por tomografía computarizada. La precisión diagnóstica
se puede mejorar desde el 75 % con urografía intravenosa o pielografía
retrógrada solas a alrededor del 85 a 90 % cuando se combinan con ureteroscopia.
La cirugía
radical, como la nefroureterectomía (NU) con escisión de rodete
vesical, es el tratamiento de elección, para los tumores del urotelio
del tracto urinario superior (TUTUS) músculo-invasivo, no metastásico,
debido a su alta tasa de recurrencia en el uréter remanente que oscila
entre un16 a un 58%.3
Clayman fue el
primero en describir la nefroureterectomía laparoscópica.4
Esta vía ha mostrado mejores resultados perioperatorios, pero su eficacia
oncológica ha sido discutida.5,6 En el CNCMA se introduce
en el país la cirugía laparoscópica para el tratamiento
de los tumores del tracto urinario superior, incluida la nefroureterectomía
laparoscópica (NUL).
Se presenta la
siguiente investigación con el objetivo de describir los resultados de
la NUL en los TUTUS, en el CNCMA y comentar los puntos controvertidos que se
discuten en la literatura internacional.
MÉTODO
Se realizó
un estudio descriptivo, longitudinal, retrospectivo, en 89 pacientes tratados
por tumores del tracto urinario superior (TUS), mediante cirugía laparoscópica,
en el Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNACMA) desde
enero de 2006 hasta abril de 2014, del cual se toma como el grupo de 11, al
que se le realizó nefroureterectomía laparoscópica por
sospecha de TUTUS, un paciente que se convirtió por múltiples
adherencias intraperitoneales después de una peritonitis por úlcera
duodenal perforada, que impedían el acceso al retroperitoneo, fue excluido.
Los criterios para
la cirugía incluyeron los pacientes mayores de 18 años, con sospecha
preoperatoria de tumor de la pelvis o el uréter T1 a T3 y ausencia de
metástasis, sin contraindicación para la cirugía laparoscópica.
Los pacientes fueron
evaluados con estudios hemoquímicos rutinarios e imagenológicamente
con: ecografía abdominal, tomografía axial computarizada contrastada
del abdomen y radiografía de tórax. Se realizó cistoscopia
diagnóstica en todos y adicionalmente fue necesario en algunos, para
esclarecer el diagnóstico, la pielografía ascendente y la ureterosocopia.
Para el abordaje
lumboscópico se colocó al paciente en posición de lumbotomía,
se utilizó la técnica descrita por Gaur de disección del
espacio retroperitoneal mediante balón y se colocaron tres trócares.
La óptica empleada fue de 0 grados. Se realizó sin asistencia
manual hasta completar la nefrectomía radical y la ureterectomía
hasta el entrecruzamiento con los vasos ilíacos. El tratamiento del uréter
distal y el rodete vesical se completó mediante técnica abierta,
para lo cual se realizó incisión de Gibson de alrededor de 4-5
cm, a través de la cual se extrajo la pieza en bloque.
En el abordaje
transperitoneal, el paciente se colocó en posición de decúbito
lateral (45 grados), con elevación renal y la mesa ligeramente flexionada,
dejando la posibilidad de cambiar la posición de la mesa quirúrgica,
sobre todo en el modo lateral. Se realizó el procedimiento puramente
laparoscópico iniciando pneumoperitoneo cerrado con aguja de Veress.
La nefrectomía se realizó puramente laparoscópica hasta
el tratamiento del pedículo, momento en que se introdujo la mano directamente
a través de una incisión de Gibson o Pfannenstiel de 4-5 cm, sin
el empleo de aditamento para mano- asistencia. La ureterectomía distal
y el rodete vesical se completaron por vía abierta a través de
la incisión de la mano-asistencia. Se emplearon tres a cuatro trócares
y ópticas de 0 y/o 30 grados. Se disecaron los vasos del pedículo
por separado.
En ambas vías
se emplearon clips de titanium y hem-o-lok para el tratamiento del pedículo.
La pieza se colocó en una bolsa para su extracción, para lo cual
se utilizó una bolsa recolectora de orina.
Para evaluar los
resultados las principales variables que se tuvieron en cuenta fueron: tiempo
quirúrgico, pérdidas sanguíneas, complicaciones, conversión
a cirugía abierta, estancia hospitalaria, TNM, mortalidad cáncer-específica,
recurrencia y metástasis.
Los datos fueron
extraídos de la base de datos de tumores renales del CNCMA, que responde
a un Proyecto de Investigación Institucional y de las historias clínicas.
Para evaluar la
severidad de las complicaciones se tuvo en cuenta la Clasificación de
Clavien-Dindo recomendada por las guías de la Asociación Europea
de Urología, en el año 2004. Para establecer el estadio del tumor
fue utilizada la Clasificación TNM del 2009. Para la evaluación
anestesiológica se consideró la clasificación de la American
Society of Anesthesiologists (ASA).
La información
obtenida fue procesada automáticamente en el sistema SPSS, versión
21. Para las variables cualitativas se hallaron frecuencias absolutas y relativas
(porcentajes). La estimación de la función de supervivencia se
realizó por el método de Kaplan-Meier.
RESULTADOS
La edad promedio
de los pacientes fue de 69,54 años. Predominó el sexo masculino.
El 18,1 % de los pacientes tenían una enfermedad crónica asociada,
por lo que la mayoría tenía un estado físico clasificado
como ASA I (81,81 %). El hábito de fumar estuvo presente en el 100% de
los pacientes. El 63,63% presentó hematuria y dos (18,18%), presentaron
dolor lumbar. Predominaron los tumores de la pelvis (72,72%) y en tres pacientes
(27,27%), el tumor era de localización ureteral (tabla
1).
En cinco pacientes
(45,45 %), se realizó la nefroureterectomía transperitoneal manoasistida
y en el 54,54 % se empleó el abordaje lumboscópico. En todos se
realizó la ureterectomía distal abierta, mediante incisión
de Gibson en nueve (81,81%) y de Pfannenstiel en dos (18,18%). En seis (54,54%),
con técnica transvesical y en cinco (45,45%), extravesical.
Los resultados perioperatorios se muestran en la Tabla 2. El tiempo quirúrgico (TQ) promedio fue 234,1 minutos y el sangrado de 237,7 ml, no se reportaron reintervenciones. Se convirtió a cirugía abierta un paciente por múltiples adherencias abdominales, que impidieron el acceso al retroperitoneo, que se excluyó de la muestra. La estancia hospitalaria fue de 3,9 días. Solo se produjo una complicación postoperatoria que fue un sangrado vesical, clasificada como grado I. No se produjeron complicaciones postoperatorias (tabla 2).
Los pacientes tenían
sospecha preoperatoria clínica de estadios T1 a T3; teniendo en cuenta
el resultado histológico se comprobó estadio T1 o T2 en seis pacientes,
tres (27,27 %), en cada grupo respectivamente; estadio T3 en cuatro (36,36%)
y un paciente tenía un estadio T4. En el 90,9 % de los pacientes el resultado
histológico fue tumor de células transicionales (tabla
3).
Un paciente desarrolló metástasis óseas durante el seguimiento. Fallecieron dos (18,18%) pacientes, el que presentaba tumor avanzado en el momento del diagnóstico y el de la variante histológica sarcomatoide; el paciente con metástasis ósea aún está vivo y recibió quimioterapia. La supervivencia fue de 90%, en un tiempo de seguimiento promedio de 28,27 meses y un rango de (3-56 meses), como se muestra en el gráfico 1. Dos pacientes (18,18%), desarrollaron tumor vesical secundario superficial, durante el seguimiento y se trataron mediante resección transuretral.
DISCUSIÓN
Los TUTUS son neoplasias
malignas poco comunes del sistema genitourinario, representan el 5% de los tumores
del urotelio y el 10% de los tumores renales. Rara vez ocurren en pacientes
menores de 40 años de edad, su incidencia aumenta entre los 50 y 70 años
de edad. Son tres veces más frecuentes en hombres que en mujeres.7,8
El hábito de fumar cigarrillos parece ser el más importante de
los factores de riesgo modificables del cáncer de las vías urinarias
superiores, con una incidencia tres veces superior a la observada en los no
fumadores.7
La nefroureterectomía
con escisión del uréter distal y del rodete vesical es el tratamiento
estándar para los TUTUS. La cirugía laparoscópica ha emergido
como una alternativa mínimamente invasiva aceptable, pero su eficacia
oncológica no ha sido bien establecida.9 Este abordaje ha
mostrado mejores resultados perioperatorios. Probablemente sea tan efectivo
como la cirugía abierta en tumores de bajo grado, pero no para pacientes
de alto riesgo, con alto grado y enfermedad localmente avanzada que tienen el
uréter fijo al retroperitoneo, que requieren de linfadenectomía
o en pacientes en que se indica la cirugía después de un tratamiento
quimioterápico adyuvante.6 La mayoría de los grupos recomiendan
que en los tumores invasivos o multifocales debe contraindicarse la cirugía
laparoscópica a pesar de la preferencia de los pacientes por la cirugía
mínimamente invasiva y la recomiendan en los T2, especialmente localizados
en el uréter.10,11
Se ha reportado
tanto la vía transperitoneal como la retroperitoneoscopia para la realización
de la NUL, así como se ha usado la mano-asistencia.9,12,13
En los últimos años se ha descrito la asistencia robótica
con resultados equivalentes a la cirugía abierta.14-16
En esta serie se
ha empleado indistintamente el abordaje retroperitoneal como el transperitoneal
y se ha preferido el tratamiento abierto del extremo distal del uréter
y el rodete vesical debido a que se requiere una incisión para la extracción
de la pieza, similar a la requerida para completar la cirugía a cielo
abierto, y esto mejora el tiempo quirúrgico.
Lo importante,
cualquiera que sea el abordaje laparoscópico, es mantener los mismos
principios oncológicos de la nefroureterectomía abierta.
Hay reportes de
diseminación local retroperitoneal y en los puertos cuando grandes tumores
son manipulados en presencia de pneumoperitoneo,17 de ahí
el criterio de que el abordaje laparoscópico no era ventajoso sobre la
cirugía abierta.18
Han identificado
detalles técnicos que se deben cuidar durante la NUL, como son: que tanto
el riñón como el uréter deben removerse en bloque junto
con el rodete vesical; se debe evitar la manipulación del tumor con los
instrumentos laparoscópicos; debe emplearse endobolsas para la extracción
de la pieza; y evitar la indicación en tumores invasivos, grandes y multifocales.18,17
A partir de que se establecieron y siguieron estas reglas la NUL ha tenido resultados
equivalentes o mejores que la cirugía abierta, aunque otros autores insisten
en que no existen evidencias suficientes y convincentes de que es una técnica
alternativa a la cirugía abierta.19
Para el tratamiento del uréter intramural y el rodete vesical, se han empleado técnicas transvesical o extravesical a cielo abierto, indistintamente. En los dos últimos casos, de la serie de TUTUS del CNCMA, el autor ha realizado la desinserción del uréter distal mediante resección transvesical, pero estos pacientes no han sido incluidos en esta serie. A pesar de que el abordaje transvesical ha sido el estándar, se han descrito diferentes variantes: técnicas abiertas o laparoscópicas, intravesical, transvesical o por resección transuretral y la intersuscepción, entre otras.20-22
Los resultados
del tratamiento del extremo vesical del uréter han sido poco investigados.
A todas las variantes técnicas se le adjudican ventajas y desventajas,
pero se requieren estudios con mayor nivel de evidencia donde los resultados
de cada modalidad sean comparados. El tratamiento distal del uréter por
vía endoscópica se ha asociado a mayor rango de recurrencia vesical,
probablemente relacionado con diseminación o con la incompleta remoción
del tumor.23,24
Con respecto a
los resultados perioperatorios en esta serie pueden considerarse satisfactorios
y comparables a los reportados por otros autores. En un estudio comparativo
con la nefrectomía radical y la cirugía conservadora de nefronas
por vía laparoscópica, recientemente terminado en el CNCMA y aún
no publicado, la NUL tuvo un TQ significativamente mayor con respecto a las
otras dos técnicas, quizás este sea el resultado postoperatorio
más desventajoso: los mayores tiempos quirúrgicos, en virtud de
la complejidad técnica.
Han sido reportadas
ventajas en la NUL en comparación con la abierta en cuanto a pérdidas
sanguíneas, dolor postoperatorio y más rápida recuperación
del paciente, así mismo la corta estancia hospitalaria, la menor necesidad
de transfusiones sanguíneas y la baja tasa de complicaciones.9,12,25,26
Aunque los resultados
oncológicos requieren de mayor evidencia, lo que ha quedado claro es
que la NUL mantiene las ventajas conocidas de la cirugía de mínimo
acceso, en cuanto a los resultados perioperatorios.
En la actualidad teniendo en cuenta, tanto los resultados perioperatorios como los oncológicos, la NUL es una técnica aceptada y las técnicas que emergen: la robótica y la cirugía por puerto único, muestran resultados similares al laparoscópico; aseverar que puedan ser más ventajosos requerirá de futuros estudios.
Los TUTUS son biológicamente
agresivos con un alto grado de recurrencia y de enfermedad invasiva.17
Los resultados oncológicos en esta serie son similares a los reportados
y pueden considerarse satisfactorios. No existen diferencias significativas
en cuanto a la recurrencia local, la recurrencia en vejiga y la muerte cáncer-específica
cuando se compara la NUL con la cirugía abierta.13,27-29
Un meta-análisis
reciente confirma el criterio actual sobre el bajo rango de recurrencia en la
NUL (14%) y específicamente en la vejiga es un 17% menor en la NUL con
respecto a la NU abierta. Es conocido que más del 50% de los pacientes
pueden desarrollar cáncer vesical después de un TUTUS primario.30
La presencia de un carcinoma in situ en el tracto urinario superior un factor
predictivo importante para la recurrencia intravesical después de la
UN.31
No se reporta en
este estudio metástasis en los puertos de entrada, que es otro punto
controvertido en la NUL. En los últimos años su ocurrencia ha
disminuido por el cuidado de los principios oncológicos.32,33
El papel de la
linfadenectomía en la NUL es controversial. Evidencias recientes han
demostrado que los nódulos linfáticos regionales son el sitio
más común de metástasis de los TUTUS, aunque el papel,
la indicación y la extensión de la linfadenectomía es un
punto controversial y requiere de mayores evidencias.34
Los resultados
en el control del cáncer son similares para la NUL y la UN a cielo abierto.13,35
Los beneficios de la NUL no sugieren el abandono de la NUA en todos los casos de TUTUS. En pacientes con estadios avanzados T3 o N1, la NUA sigue siendo la indicación estándar.3 Probablemente la elección de la vía laparoscópica para la NUL dependa en gran medida del volumen de TUTUS y la experiencia que acumulen los grupos de trabajo, por lo que la oportunidad de contar con esta posibilidad puede ser una situación ventajosa para que se realicen estudios con mayor nivel de evidencia en el CNCMA y establecer el papel de la nefroureterectomía laparoscópica en el país.
La cirugía
laparoscópica de los tumores del urotelio superior ha sido factible con
resultados perioperatorios satisfactorios y oncológicos similares a los
reportados en la literatura internacional.
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Recibido: 08-11-2014
Aceptado:
07-06-2015
Correspondencia: Tania González León Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso. La Habana, Cuba. Correo electrónico: tania@cce.sld.cu