UROLOGÍA GENERAL

 

Aspectos epidemiológicos de la incontinencia urinaria en pacientes femeninas de urología y ginecología

 

Epidemiologic aspects about urinary incontinence in urology and gynecology female patients

 

 

Indira Castañeda Biart, Jacqueline Del Carmen Martínez Torres, José Ángel García Delgado, Mailiny Ruiz Valdés-Prado

Policlínico "G y 19". La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: La disfunción del suelo pélvico refiere el mal funcionamiento del conjunto muscular que cierra los orificios inferiores de la pelvis. Existen factores de riesgo que provocan la disfunción o la mantienen. Los más frecuentes y conocidos son: edad, antecedentes de embarazos y partos, algunos medicamentos, hábitos y estilos de vida.
Objetivo: Identificar si los factores de riesgo descritos en la literatura para incontinencia urinaria se evidencian en las pacientes evaluadas.
Métodos: Estudio observacional, descriptivo y transversal, realizado en 164 mujeres mayores de 15 años, que asistieron a consulta de Urología y Ginecología del Policlínico G y 19 entre agosto y diciembre de 2013. Se aplicó cuestionario anónimo que recoge los principales factores de riesgo reportados en la literatura.
Resultados: La edad promedio obtenida fue de 45,9 años ± 2,4. El estar más de 3 horas sin orinar, la ingestión de café, y el uso de medicamentos, estuvieron asociadas significativamente a la incontinencia urinaria (p < 0,05). No encontramos asociación significativa (p > 0,05) entre historia obstétrica y la edad, en las mujeres involucradas.
Conclusiones: Los aspectos epidemiológicos que constituyen riesgos de padecer incontinencia urinaria fueron la historia obstétrica, estar más de 3 horas sin orinar, ingestión de café, estreñimiento, obesidad, uso de medicamentos antihipertensivos, sedantes y antiinflamatorios.

Palabras clave: Disfunción de suelo pélvico; incontinencia urinaria; factores de riesgo; historia obstétrica.


ABSTRACT

Introduction: Dysfunction of the set of muscles that closes the lower vents of the pelvis. There are risk factors that bring about and maintain the dysfunction; the most frequent, known and studied ones are: age, background of pregnancies and deliveries, the use of some medications and some life styles and habits.
Objective: To show whether the risk factors already described in the literature for urinary incontinence are evident in evaluated patients.
Methods: An observational, descriptive and transversal study carried out in 164 women older than 15 year old, attending Urology and Gynecology consultation at G and 19 Policlinic, from August to December, 2013. It was applied an anonymous set of questions that considers the main risk factors mentioned in the specific literature.
Results: The sample average age was 51.1 ± 2.5 years old. There was a significant association among being more than 3 hours without urinate, the consumption of coffee and urinary incontinence (p < 0.05). There was no significant association (p > 0.05) between obstetrical background and age in the women in the sample.
Conclusions: The epidemiological aspects that constitute somehow a risk to suffer urinary incontinence were: obstetrical background; being more than three (3) hours without urinating habitual, ingestion of coffee, constipation, obesity,andfinally the use hypertensive,sedative,y non inflammatory medications.

Keywords: Pelvic floor dysfunction; urinary incontinence; risk factors; obstetrical background.


 

 

INTRODUCCIÓN

La disfunción del suelo pélvico (DSP) se refiere al mal funcionamiento del conjunto muscular que cierra los orificios inferiores de la pelvis. Esto puede traer consigo una serie de trastornos que pueden afectar el normal funcionamiento de cualquiera de los órganos alojados en la pelvis menor.Se manifiestan clínicamente como: incontinencia urinaria, incontinencia ano-rectal, dolor pelviperineal, prolapso de órganos pélvicos, estreñimiento terminal, disfunción sexual por debilidad de la musculatura de la región.1Estas entidades clínicas relacionadas entre sí pueden tener una causa multifactorial, pero en todas ellas podemos encontrar alguna disfunción del suelo pélvico. Atendiendo al aumento de la expectativa de vida y al empeño en mejorar la calidad de vida de las personas, estas patologías deberíanaparecer relacionadas entre las enfermedades crónicas no transmisibles, debido a la gran repercusión que tienen en la vida personal, familiar, social y laboral de quienes las padecen.

De todas estas disfunciones la más frecuente es la incontinencia urinaria: se considera presente ante cualquier pérdida de orina involuntaria. 2 La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 200 millones de personas sufren de incontinencia urinaria, independientemente de la edad y del sexo.3

Se recoge un amplio estudio de prevalencia de la incontinencia anal y urinaria silentes, en mujeres de la ciudad de Teruel. Se realizó un estudio prospectivo observacional en el Centro Urbano de Atención Primaria de la ciudad, entre octubre 2002 y mayo 2003, en el cual se destacó además de la prevalencia, cómo se afecta de manera significativa la calidad de vida de estos pacientes.4

Se realizó una búsqueda bibliográfica para conocer el comportamiento de la temática a nivel mundial, y si existían estudios cubanos que se refirierana la epidemiología del problema.No se halló ninguna referencia en el material revisado en relación a estudios nacionales. Por tal motivo se realizaron estudios epidemiológicos específicos que permitieran conocer aspectos de incontinencia urinaria en Cuba, y si fuera necesario, el diseño de una estrategia de tratamiento para resolver este en nuestro país. Se hizo un estudio epidemiológico preliminar,5 donde se demostró que 53 % de los pacientes encuestados respondieron afirmativamente al menos a una pregunta del cuestionario relacionado con la incontinencia urinaria.

Otro estudio nacional, referido a la epidemiología de la disfunción del suelo pélvico en secretarias, concluye que esta disfunción es frecuente en la población. Está relacionada con un conjunto de factores de riesgo que pueden ser modificables y que permitirán mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Demostraron que existen un grupo de factores de riesgo que este grupo poblacional presentaba: sexo femenino, a partir de 30 años, antecedentes obstétricos, el estar sentadas durante muchas horas por su trabajo específico. De las encuestadas, 50 % tuvo al menos una respuesta positiva al cuestionario sobre incontinencia.6 En un estudio realizado en el año 2008 en un consultorio del médico de familia del Policlínico Docente "Mario Escalona Reguera", en Habana del Este-constituyó la tesis final de residencia del doctor Pavel Mili Alfonso- se evidenció que 28,25 % de las mujeres encuestadas padecían incontinencia urinaria, lo que corresponde al 14,92 % de la población en estudio. El 4,02 % de los hombres encuestados evidenciaron el problema y 16,82 % de la población encuestada padecía de incontinencia urinaria.7

En otro estudio cubano, en el 20098se evaluaron en consulta un total de94 pacientes, 81 femeninos y 13 masculinos, con una edad promedio de51,8 años, portadores de incontinencia urinaria, incontinencia fecal, dolor pélvico crónico solo o asociado a otras patologías del suelo pélvico, de ellos 27 están curados (28,7 %), 34 presentaban mejoría notable (36,1 %), 15 se encontraban en tratamiento en ese momento (15,9 %) y 18 lo abandonaron (19,1 %). En tal sentido 64,8 % tuvo mejoría de su problema de salud. De ellos 52 (55,3 %) portaban incontinencia urinaria sola o asociada a otra patología del suelo pélvico, lo que coincide con los estudios puntuales cubanos y lo reportado en la literatura internacional 5,6 sobre el mayor número de pacientes portadores de incontinencia urinaria y su asociación al sexo femenino (47 pacientes). A estos pacientes se les aplicó un cuestionario de calidad de vida que permitió conocer cómo se modifica la percepción de su bienestar físico y psíquico a través de la valoración de las dimensiones físicas, familiar, sicológica y social.8

Datos epidemiológicos internacionales muestran que existen múltiples investigaciones que reconocen las disfunciones del suelo pélvico como un problema de salud que afecta a la mujer en mayor medida, fundamentalmente en edad mediana. Un ejemplo de ello es el reporte donde se afirma que la incontinencia urinaria afecta a 19 % de las mujeres entre 19 y 44 años, al 25 % entre 45 y 64 años, y 30 % en las mujeres mayores de 65 años.9

Alrededor de 18 % de las mujeres jóvenes (19 a 44 años de edad) y del 28 % de las mujeres mayores de 65 años de edad experimentan incontinencia urinaria diariamente, mientras que 30 % de las mujeres mayores de 65 años y 27 % de las mujeres de mediana edad reportan incontinencia urinaria severa. La severidad de la incontinencia influye en la calidad de vida y en las decisiones de tratamiento.9 Los resultados de la 4ª Consulta Internacional Sobre Incontinencia, celebrada en julio de 2008 en Europa, indica que la incontinencia urinaria, o aparición de pérdidas de orina al menos una vez en los últimos 12 meses previos a la evaluación médica, afecta entre 5 % y 69 % de las mujeres, y entre 1 % y 39 % de los varones. En general, la frecuencia de la IU en las mujeres duplica la de los varones.10

En la literatura se hace referencia a un grupo de factores de riesgo que comparten los pacientes portadores de disfunciones de suelo pélvico que pueden desenacadenar-mantener la disfunción, y que son comunes a otras enfermedades crónicas no transmisibles. Los más frecuentes, conocidos y estudiados son: edad, antecedentes de embarazos y partos, algunos medicamentos, hábitos y estilos de vida (alcoholismo, tos crónica, hábito de fumar, obesidad, ingesta de líquidos, hábitos intestinales, actividad física, postura, entre otras).

La investigación se realizó con el objetivo de identificar si los factores de riesgo descritos en la literatura para incontinencia urinaria se evidencian en las pacientes evaluadas.

 

MÉTODOS

Se realizó un estudio: observacional, descriptivo y transversal, dirigido a la población femenina mayor de 15 años, que asiste a consulta de Urología y Ginecología del Policlínico "G y 19"; en el período agosto-diciembre de 2013. El universo del estudio estuvo conformado por todas aquellas pacientes femeninas mayores de 15 años, 164 en total, que acudieron esta consultas perteneciente al municipio Plaza de la Revolución.

La muestra se conformó con las pacientes femeninas que cumplieroncon los criterios de inclusión:

— Pacientes que acudieron a Consulta Externa de Urología y Ginecología del Policlínico de G y 19

— Voluntariedad de los pacientes para responder la encuesta anónima.

— Personas mayores de 15 años de edad.

— Personas con funcionamiento mental que garantizara la veracidad de las respuestas y validez de la información recopilada.


Criterios de exclusión: Las que no cumplen los criterios anteriores.

En la investigación no se realizó examen físico, solo se aplicó un cuestionario anónimo referido a: edad, hábitos y costumbres, antecedentes de interés que incluyen enfermedades crónicas, intervenciones quirúrgicas abdominales o en zona pélvica, uso habitual de medicamentos, historia obstétrica postura que se adopta mientrasserealizala labor ocupacional, si es de pie o sentado, durante un tiempo prolongado, y otros. Este cuestionario fue elaborado después de la revisión bibliográfica actualizada sobre el tema, en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas. El autor del trabajo fue quien le aplicó el cuestionario a cada uno de las pacientes, que acudieron a las consultas de Urología y Ginecología del "Policlínico G y 19".

Los resultados fueron introducidos en una tabla Excel, luego se procesaron a partir de una base de datos creada en SPSS versión 11.0. Se realizó el análisis automatizado de la información, que dio como resultado tablas de salida en cantidad y porcentajes con ambiente de Windows XP para mejor análisis y comprensión. Se utilizó el estadígrafo chi cuadrado y la probabilidad asociada.

 

RESULTADOS

En la tabla 1 se muestra la distribución de las pacientes encuestadas según edad. Los grupos de edades de mayor frecuencia de pacientes involucrados fue el de 45 a 59 años (30,4 %), seguido por el grupo de entre 60 a 74 años (21,3 %). El promedio de edad de la muestra de pacientes en estudio fue de 45,9 años (DE 2,4). En cuanto a las ocupaciones (tabla 2) las que permanecen mucho tiempo sentadas prevalecieron (47,5 %), seguidas de las que permanecen de pie (31 %).

 

En la tabla 3 se muestran los hábitos y costumbres, prevalecieron las mujeres que están más de 3 horas sin orinar (70,3 %), seguidas de las tomaban café (42 %), después las que padecían estreñimiento (35,3 %) y las obesas (25,6 %). Comprobamos que estuvieron asociados significativamente (p < 0,05) el sexo y los hábitos y costumbres como variables pronósticos para la incontinencia urinaria por disfunción del suelo pélvico.

El uso habitual de algunos medicamentos que se asocian al mantenimiento-empeoramiento de la incontinencia urinaria (tabla 4). La mayor prevalencia se encontró en las que utilizan medicamentos antihipertensivos (23,7 %), seguidas de las que tomaban sedantes y antiinflamatorios (22,5 %).

 

La distribución de las pacientes según historia ginecoobstétrica se expresa en la tabla 5. De las 164 mujeres en estudio, 148 (90,2 %) tenían antecedentes de embarazos, con un promedio de 2,3 embarazos por mujer. Solo 16 no tuvieron embarazos, 124 (83 %) realizaron partos vaginales, a 37 se les practicó cesárea (25 %), 16mujeres (10 %) necesitaron el uso de fórceps o ventosas, 25 (15,2 %) tuvo un parto demorado, y a 65 de ellas (43 %) se le realizó episiotomía. 18 mujeres (12 %) refirieron episodios transitorios de incontinencia urinariadurante los embarazos y partos. Sin embargo seencontró asociaciónsignificativa (p > 0,05) entre la historia obstétrica y la edad en las mujeres involucradas.

 

DISCUSIÓN

El actual trabajo coincide con los autores que refieren que es el sexo femenino el que másposibilidades tiene de padecer incontinencia urinaria independientemente de laactividad laboral que desempeñen.11,12

Nuestros resultados coincidieron con otras investigaciones como el estudio sobre epidemiología de la disfunción del suelo pélvico en población de un consultorio médico de atención primaria de salud realizado en el Municipio La Lisa, donde 35,7 % padecía de estreñimiento, lo cual mostró una asociación estadísticamente significativa (p 0,006)13

La posible explicación para asociar estos factores de riesgo, según lo recogido en la literatura, es que se producen lesiones neurológicas del piso pélvico y del esfínter anal estriado con el pujo excesivo por el estreñimiento.14

La obesidad podría ser la causa de una presión intravesical elevada y de mayor movilidad uretral en la mujer.15.Un índice de masa corporal (IMC) alto se correlaciona con mayor prevalencia de incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE) e incontinencia urinaria mixta (IUM), así como con la severidad de esta.15,16

Otro factor reportado de importancia es la actividad deportiva desarrollada, la frecuencia conque se realiza y la intensidad de esta, ya que los deportes que en elcurso de su realización provocan un aumento importante de la presión intrabdominal, suponen un factor de riesgo perineal, aún más el entrenamiento de alta competición.17Se estima que al menos 50% de las mujeres que realizan con regularidad ejercicios físicos, presentan o presentarán algún grado de IUE.18 La práctica de ciertos deportes, como el atletismo, la halterofilia o el aeróbico, somete al suelo pélvico a fuerzas equivalentes a 3 o 4 veces el peso de la mujer. Este hecho con el tiempo puede debilitar los mecanismos de soporte y provocar síntomas de incontinencia y/o prolapso.19-21 En nuestro estudio correspondió al 21,7 % de las mujeres encuestadas.

Coincidimos con los resultados encontrados por Mili quien reporta en mujeres el uso de medicamentosantiinflamatorios y de sedantes.7

Minaire señaló en un estudio que 43 % de los pacientes remitidos afisioterapia para reeducación del periné tomaban uno o varios de losmedicamentos citados anteriormente. Los antihipertensivos incluyenmedicamentos con efecto diurético que empeora la incontinencia urinaria enpacientes con antecedentes de padecer esta enfermedad.22Otros autoresreconocen que la información actual no permite asociar la aparición de IU con el tratamiento con diuréticos.23

Concordamos con lo reportado por Martínez Torres3 en la asociación entre los embarazos y partos vaginales como factores de riesgo de incontinencia urinaria posterior. En nuestra casuística fue mayor la cantidad de mujeres que no se embarazaron, las que se les practicó cesárea y fue menor la cantidad de uso de fórceps, los partos demorados y las episiotomías realizadas. Vale señalar la cantidad mayor de episodios transitorios de incontinencia durante el embarazo y parto.

Nuestros resultados coincidieron con los reportados por otros autores querefieren que el embarazo y el parto vaginal son factores de riesgo importantes. La incidencia anual de incontinencia urinariaen las mujeres oscila entre 2 % y 11 %. La incidencia máxima aparece durante el embarazo. Las tasas de remisión completa varían entre 0 % y 13 %, y la tasa más alta de remisión se produce tras el embarazo.10La mayoría de los estudios epidemiológicos que analizan los factores de riesgo de la incontinencia urinaria y la incontinencia fecal en la mujer señalan el embarazo yel parto como los factores principales. El embarazo por sí mismo representa unriesgo para el suelo pélvico. Algunos autores planteande quelas hormonas secretadas durante el embarazo están ligadas a cambios en lostejidos conjuntivos, que disminuyen la fuerza tensora y favorecen laincontinencia. Hay suficiente evidencia de que el trauma obstétrico, durante elparto vaginal, puede producir incontinencia urinaria e incontinencia fecal.

Desde el punto de vista fisiopatológico, se considera que estas disfuncionesson la consecuencia de tres hechos: a) un suelo pelviano excesivamenterelajado, secundario a la distensión de músculos y fascias que se producendurante el parto vaginal; b) secundarios a las lesiones directas (desgarros,episiotomías) sobre las paredes vaginales y que pueden afectar al soporte y ala posición de la vejiga, el recto y el útero o lesiones del esfínter anal, y c) unalesión directa de los nervios por compresión o elongación excesiva yprolongada de estos, lo cual impediría que el músculo estriado (pubococcígeo y esfínteres) pueda contraerse de forma voluntaria o refleja. 24

Otro investigador afirma que el parto vaginal es probablemente el factor deriesgo más importante en la etiología de la disfunción del suelo pélvico.Probablemente como consecuencia del trauma de los músculos elevadores/puboviscerales, la fascia endopélvica y el nervio pudendo. Pero no hayevidencias de que el trauma obstétrico solo pueda causar el problema, y se afirmala existencia de otros factores de riesgo en la mujer que pueden condicionar esa disfunción. Dentro de ellos se afirma que la condición de presentar unaincontinencia urinaria previa al primer embarazo, responde a factoresconstitucionales de debilidad muscular y de las fascias, por una predisposicióngenética. Además, la edad de la mujer en el parto, y el índice de masa corporalpueden también constituir factores de riesgo para incontinencia urinariaposparto.25

En una revisión de la literatura, se encontró que el parto se asocia a unavariedad de lesiones musculares y neuromusculares del piso pélvico que serelacionan con el desarrollo de incontinencia anal y urinaria, así como conprolapso de órganos pélvicos. En este contexto, la operación cesárea tiene unefecto protector, aunque no se ha demostrado. Estos hallazgos hanestimulado el estudio del impacto de la rehabilitación del piso pélvico con buenos resultados.26 El factor protector de incontinencia urinaria que describe la literatura con larealización de cesárea está en estos momentos en discusión. Se plantea solo una protección parcial con una incidencia relativamente alta deincontinencia, incluyendo cesáreas electivas o por decisión durante el trabajode parto.27

Existen evidencias epidemiológicas recientes que afirman que debe considerarse la cesárea electiva en aquellas mujeres con riesgo alto de trabajoobstructivo, como por ejemplo mujeres de corta estatura con fetos grandes, conriesgo de partos instrumentados. Además, mujeres con incontinencia urinariasevera antes del primer embarazo, o las que tengan antecedentes detraumatismo del esfínter anal o incontinencia fecal. De todas maneras, mientraslas evidencias no sean definitivamente establecidas, se recomienda el manejo individual de la paciente.28

Las limitaciones de este estudio están dadas por su realización en una población específica, que no permite generalizar los resultados al resto del país.

CONCLUSIONES

Los aspectos epidemiológicos que constituyen riesgos de padecer incontinencia urinaria fueron la historia obstétrica, estar más de 3 horas sin orinar, ingestión de café, estreñimiento, obesidad, uso de medicamentos antihipertensivos, sedantes y antiinflamatorios.

RECOMENDACIÓN

Estudios similares deben realizarse en la población cubanageneral.

 

 

Conflicto de intereses

No existe conflicto de intereses entre los autores responsables de este trabajo.

 

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Recibido: 26 de febrero de 2016.
Aprobado: 31 de marzo de 2016.

 

 

Indira Castañeda Biart. Policlínico "G y 19". La Habana, Cuba.

Correo electrónico: jacquemar@infomed.sld