Volumen 8. Número 1 del año 2019
EDITORIAL
Editorial
Antonio Rivero Alvisa1
1Servicio de Urología. Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas. La Habana, Cuba.
En el año
2012, gracias al esfuerzo del doctor Octavio de la Concepción, quien
ya había logrado la publicación de una página digital de
Urología en el Portal dedicado a la Salud en Infomed y con la colaboración
del Consejo Nacional de Sociedades Científicas de Salud Pública,
presidido en aquellos tiempos por la doctora Isabel Caravia, yo era el presidente
de la Sociedad Cubana de Urología y los urólogos cubanos; entonces,
logramos tener la Revista Cubana de Urología donde podíamos exponer
nuestras experiencias en ejercicio de la especialidad, e incluso, la experiencia
de colegas de otros países que nos remiten sus propios resultados.
Ahora arribamos al año 2019, año que significa para todos los
cubanos el aniversario 60 del triunfo de nuestra Revolución, una etapa
donde se han producido todos los cambios necesarios en la Salud Pública,
de tal forma que nos ha llevado a niveles comparables, a veces superiores, en
los índices de salud de nuestro pueblo a nivel mundial. Nuestra especialidad
ha sido parte de este desarrollo.
El colectivo que forma el Comité de Redacción, desde sus inicios,
ha estado formado por compañeros de prestigio en la especialidad; como
es lógico, con el tiempo se han producido cambios, no obstante, siempre
se mantienen urólogos prestigiosos con categoría docente y en
algunos casos, con dedicación a ramas de la especialidad donde han alcanzado
un alto desarrollo gracias a su esfuerzo. Su presidente actual es la doctora
Caravia Pubillones, quien ha dado impulso a las colaboraciones con la Revista.
Es importante señalar que nuestra especialidad, gracias a la política
de salud llevada a cabo por la dirección de la Revolución y, en
especial por nuestro líder Fidel Castro Ruz, dispone de equipos modernos
en cada momento. Nuestros especialistas fueron los primeros en Latinoamérica
que tuvieron un equipo de litotricia (el primer modelo de la casa Dornier) y
desde los inicios, se garantizó el tratamiento con tres máquinas
distribuidas regionalmente en La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba. Todo
el equipamiento endoscópico necesario para realizar la llamada endourología
fue comprado y existe en los Servicios de Urología de los hospitales
provinciales, y en especial, donde existe el equipo de litotricia. Todo esto
a pesar del bloqueo norteamericano que encarece las compras de nuestro gobierno.
Ya existen en todos los hospitales de las capitales de provincias (tercer nivel),
que cuentan además, con urólogos entrenados en estos procederes.
Debemos señalar la ayuda del profesor Pérez Castro-Ellendt, de
España, quien nos ayudó en la formación de los primeros
compañeros que trabajaron en esta técnica endoscópica.
La técnica y la farmacología se mantienen una constante evolución
y Cuba cuenta con lo más novedoso gracias a la política de salud
trazada por nuestro gobierno revolucionario. Así se incorporó
en el país el uso del láser, primero el de CO2 y después
el NdYagLáser para el tratamiento endoscópico de lesiones del
tracto urinario; de igual forma se adquirieron los instrumentos necesarios para
la cirugía endoscópica percutánea del riñón
y se desarrolló esta técnica por el grupo del Hospital ¨Hermanos
Ameijeiras¨ con la colaboración de M. Castillo, quien además
ha entrenado a urólogos de las provincias de manera que se han logrado
éxitos con el proceder en una cobertura nacional.
El trasplante renal de cadáveres y de donantes vivos tienen una historia
más larga en nuestro país y sus logros han sido publicados en
la Revista Cubana de Urología y de Nefrología. La Revista Cubana
de Urología, aunque no nos demos cuenta, es también el resultado
de esta política. El obstáculo al acceso a la bibliografía
mundial forma parte del bloqueo norteamericano, por tanto la información
médica se ve impedida de mantenerse total y rápidamente al día.
Los urólogos cubanos nos veíamos en la situación de no
poder publicar nuestros éxitos o errores, en fin nuestras experiencias
de la aplicación de nuestros conocimientos; más recientemente
se ha desarrollado en el país la Cirugía de Mínimo Acceso
(laparoscopia y lumboscopia) con la creación de un Centro Nacional de
Cirugía de Mínimo Acceso en La Habana, donde han recibido cursos
de entrenamiento los urólogos de otras provincias del país. Se
han producido publicaciones al respecto, tanto procedentes del Centro Nacional
como de otras provincias.
Fue la Revista Cubana de Urología una solución a ese problema,
aunque no sea la óptima ni la más generalizada, permite que nuestros
urólogos se comuniquen con el mundo y que puedan recibir de colegas de
todos los países las experiencias logradas. Se hace necesario que la
Sociedad Cubana de Urología y sobre todo los capítulos provinciales,
estimulen a nuestros compañeros para que hagan llegar a la Revista sus
experiencias, sus dudas, sus hallazgos e incluso den sus opiniones. El Comité
de Redacción de la Revista siempre dará respuestas a los autores
y, si se cumplen con los requisitos expuestos por la Revista se publicará
cada trabajo; si fuera necesario realizar algunos reparos siempre se consultará
con el autor y se llegará al acuerdo necesario para la publicación.
Nuestro deseo es que este año 60 del triunfo de nuestra Revolución
sirva de estímulo para mejorar, día a día, nuestro trabajo
y dejar por escrito en nuestra Revista Cubana de Urología, nuestros logros
o problemas. Esperamos por todos los urólogos cubanos y los que deseen
colaborar desde el extranjero.
Recibido: 03/09/2018.
Aprobado: 01/10/2018.
Antonio Rivero
Alvisa. Servicio de Urología. Centro de Investigaciones Médico
Quirúrgicas. La Habana, Cuba.
Correo electrónico: araalvisa@infomed.sld.cu